Un diamante con buena simetría se refiere a un diamante que ha sido cortado y pulido de tal manera que sus diferentes facetas están algo desalineadas o desequilibradas. Esto puede afectar la forma en que la luz se refleja y refracta dentro de la piedra y puede dar como resultado una apariencia menos brillante o menos vibrante. Los diamantes con una simetría regular generalmente se consideran de menor calidad en comparación con los diamantes con una simetría buena, muy buena o excelente. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la belleza general de un diamante depende de una combinación de factores, y un diamante con una buena simetría aún puede ser considerado atractivo para algunas personas.