Un diamante de color es un diamante que tiene una tonalidad diferente a la típica apariencia incolora de la mayoría de los diamantes. El color de un diamante es causado por impurezas o defectos estructurales en la red cristalina, como la presencia de nitrógeno o distorsiones de la red provocadas por la presencia de otro elemento. Los diamantes de colores pueden venir en una amplia variedad de colores, incluidos amarillo, rosa, azul, marrón, verde y rojo. La intensidad y la saturación del color, así como la rareza del color en particular, pueden afectar el valor de un diamante de color. Los diamantes de colores más raros y valiosos son aquellos que tienen un color intenso y saturado, como el diamante Pink Star, que se vendió por más de $71 millones en una subasta en 2017.